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jueves, 6 de agosto de 2015

Solo la soberanía popular salva a RD


Cuando digo que solo la soberanía popular salva a República Dominicana lo digo por esto: el 30 de julio de 2015, igual que en los últimos años, el tema que acapara la opinión pública nacional tiene que ver con el problema que genera la desproporcionada inmigración ilegal de haitianos hacia la República Dominicana.

 Ayer, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, presentó el informe que elaboró la misión técnica de observación que visitó a la República Dominicana y a Haití, a solicitud del gobierno dominicano, con el objetivo que revisen las “repatriaciones de haitianos”, a raíz de una serie de denuncias y acusaciones que hizo el gobierno haitiano contra la RD. A eso se agrega, el abrupto retiro del embajador haitiano en la República Dominicana, Daniel Supplice, este fue retirado porque el gobierno haitiano entendió que él ya no respondía a los intereses de su país, Haití…

El informe que presentó la OEA, pareció ser parte de una negociación, donde la OEA se comprometió a presentar un informe Light –y así lo hizo-, a cambio de que el gobierno dominicano extendiera las repatriaciones de ilegales haitianos, además debe nacionalizar a todos los nacidos en la República Dominicana sin importar el estatus migratorio de sus padres, sin importar que viole la Constitución, las leyes y la separación de poderes, y por último, desconocer la sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional en franca violación a la separación de poderes.

En una actitud "patriótica" el gobierno dominicano respondió  al informe de la OEA, y lo hizo a través del Canciller dominicano, quien rechazó el informe y explicó que los dominicanos  “no necesitamos mediadores”. La actitud fue fuerte, pero los hechos no, y es que el gobierno dice una cosa y hace otra. 

Indudablemente que el problema haitiano nos agobia, nos quita tiempo para enfrentar otros problemas, nos hace lucir mal ante la Comunidad Internacional, nos hace ver como los malos aún siendo nosotros los buenos; y, lamentablemente, luego de analizar el equipo que rodea al presidente Danilo Medina, luego de analizar las decisiones que han tomado, estamos convencido que el gobierno dominicano  en vez de andar buscando una solución definitiva al problema haitiano, lamentablemente, tenemos la legítima sospecha que seguirá empeorando el ambiente de haitianización que se vive en RD.

Hoy es martes 3 de agosto de 2015 y hace apenas unos minutos, en las primeras horas de la mañana, en la comunidad del Dique, Pedernales, el destacamento de policías del Dique fue asaltado por una turba de haitianos donde sustrajeron las armas largas – los calibres de guerra-

El suceso se veía venir, era pronosticable, pero no podemos dejarlo pasar por alto, esto nos obliga a meditar que, el asalto al destacamento del Dique, es un franco mensaje de desafío a la autoridad dominicana, al gobierno, a Danilo Medina. Y pone de manifiesto, que no importa que tanto hagamos por ellos, al final, nos tratarán como sus enemigos.

Amigos lectores, indudablemente, el gobierno dominicano no ha enfrentado correctamente el problema haitiano, el entorno y las acciones que ha tomado lo confirman, sus palabras van en dirección contraria a los hechos, esto nos obliga a estar atentos, exigir el regreso a la soberanía nacional mediante la soberanía popular. Y esto es posible lograrlo, cuando el pueblo se unifica, dejando la política de lado y toma como prioridad, la defensa de su país. 

La presión ciudadana debe apuntar en varias direcciones:      

 Las grandes movilizaciones:

El gobierno debe sentir que el pueblo dominicano está indispuesto a dejar que se destruya la obra de Juan Pablo Duarte, Ramón Matías Mella, Francisco del Rosario Sánchez y Gregorio Luperon. Esto es posible si se programan una serie de manifestaciones de repudio a la mal llevada política migratoria del gobierno nacional. Estas movilizaciones deben incluir una gran movilización frente al Palacio Nacional, enviando un claro mensaje al gobierno, de que el pueblo dominicano no va a permitir que se destruya nuestra soberanía y nuestra nacionalidad  y nuestra identidad dominicana (Esas manifestaciones deben ser pacíficas y organizadas). 

 Pequeñas movilizaciones: 

A) Es necesaria la movilización de pequeños grupos, posiblemente cientos de ciudadanos, para que protesten frente a los hogares y canales de los dueños de los medios que se confirme que están parcializados a favor de los haitianos en franco detrimento del interés nacional.

B) Los periodistas que abiertamente utilizan sus espacios como comandos de propaganda haitiana, para tergiversar los hechos, a favor de los haitianos, deben ser identificados, saber donde viven, a qué hora llegan, y no excluirlos de una manifestación pacífica por lo menos una vez a la semana.. (Esas manifestaciones deben ser pacíficas y organizadas)

En resumen, el país debe movilizarse, debe exhibir su disgusto, debe mostrarse en desacuerdo con la política migratoria que lleva Danilo Medina, debe agarrarse de la soberanía popular para salvar a la República Dominicana.

Por: Sue Grullón Batista
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