En 1944, en la Conferencia Monetaria de Bretton Woods, Henry Morgenthau y Harry Dexter White impusieron la estructura monetaria mundial en la postguerra, donde el dólar sería tan válido como el oro para saldar pagos internacionales y los Estados Unidos se comprometían a canjear por oro los dólares en poder de otros bancos centrales nacionales, a razón de una onza de oro por cada $35 dólares, el dólar pasó a ser la moneda de comercio mundial avalada por las reservas de oro que poseía la Reserva Federal.
26 años más tarde los Estados Unidos enfrentaban un gran problema, sus reservas de oro habían disminuido a niveles alarmantes y el dólar estaba perdiendo influencia debido a que desde el gobierno del presidente francés Charles de Gaulle hasta 1970, Francia estaba cambiando los dólares que tenía por oro de la Reserva Federal, lo que produjo una reducción significativa de las reservas del valioso metal en los Estados Unidos.
El 15 de agosto de 1971 el presidente Richard Nixon tomó una medida "temporal" cuyo objetivo fundamental era expandir el crédito que se había contraído debido a que los canjes de dólares por oro que había iniciado en el gobierno del francés Charles de Gaulle había frenado la expansión crediticia de los norteamericanos, aquella medida consistía en que el respaldo del dólar era el mismo dólar, el oro dejaba de respaldar la moneda norteamericana.
A partir de 1971 hasta la fecha, como el oro o la plata dejó de respaldar la moneda norteamericana, el dólar pasó a ser un pedazo de papel cuyo valor lo obtenía de la confianza que los Estados depositan en esa moneda. Detrás del dólar hay algo que no se ve, que no se devuelve en forma física, que prácticamente no existe y que parecería ser una gran fábula en la cual todos creen, porque además de no tener ningún respaldo, hace posible que con él se realicen todos los intercambios comerciales y su valor depende de que tanto confíen los estados en esa moneda, la fortaleza del dólar radica en la confianza que hay en él.
La confianza siempre ha sido un bien importante en todas las eras, ahora, y a partir de 1971, la coloca como uno de los bienes más valiosos que puede existir.
Para decirlo en palabras llanas y que todos lo comprendan, el valor real del dólar lo adquiere porque los estados confían en esa moneda, lo que indica que la confianza juega el mismo papel que jugó el oro antes de que Nixon lo cambiara todo.
La confianza y los gobiernos
En los años 2003/2004 cuando el presidente de turno, Hipólito Mejía, estaba en el apogeo de su gobierno, un evento particular provocó incertidumbre y los agentes económicos empezaron a desconfiar, al mismo tiempo los ciudadanos perdieron la fe, lo que generó confusión y provocó una crisis que trajo como consecuencia inestabilidad macroeconómica, desacelero de la economía, reducción del Producto Interno Bruto y aumento de la pobreza, lo que al final produjo una crisis que lo sacó del poder.
A finales de 2004, a días de Hipólito haber perdido las elecciones y aún siendo gobierno, sucedió un evento para analizar, el recién electo presidente, Leonel Fernández Reina, antes de tomar el poder generó confianza y automáticamente inició un proceso de apreciación de la moneda, inmediatamente tomó el poder y la economía se revitalizó; cuatro años después había disminuido la pobreza y el PIB había crecido y el país había salido de una gran crisis económica.
Elegir un presidente no es un juego.
Elegir un presidente ha sido una de las responsabilidades más importantes que tiene un ciudadano, aun en circunstancias naturales elegir a quien nos gobernará es de vital importancia para una nación, en la situación actual, esa responsabilidad es aún mayor, en medio de esta crisis sanitaria y económica, los dominicanos debemos ser cautos y desprendidos; aunque en cualquier circunstancia el presidente debe tener ciertas condiciones que lo diferencie de los demás y le permita liderar la nación, en la actual coyuntura esa responsabilidad es aún mayor.
Cuando observamos los candidatos que presentan los diferentes bloques de partidos a la nominación presidencial, es evidente que no todos reúnen las condiciones para ser presidente, eso aumenta nuestras responsabilidades a la hora de ejercer nuestro derecho ciudadano de elegir.
En las próximas elecciones todos tenemos la responsabilidad de elegir un presidente que sea capaz de gobernar el país, que garantice bienestar, progreso y el desarrollo de la Republica Dominicana.
Nota:
1) El día de hoy el dólar norteamericano se encuentra a RD$ 56.70 pesos $1,00 dólar.
