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lunes, 29 de diciembre de 2014

Haitianos, pobreza y el papel de la prensa de RD…


“Los enemigos de la patria no lo hacen de gratis; son motivados por la avaricia y el deseo de obtener recursos a cualquier precio” S.G.B

Si usted es de esos dominicanos que las estadísticas confirman que es parte de la mayoría, empiece a preocuparse, pero, si eres un empresario, contrabandista, militar (de alto rango y de conducta corrupta); si eres traficante de personas o si te gusta el negocio de quemar arboles para hacer carbón y venderlo de contrabando en Haití o si tienes una ONG para “defender”  los DH de ellos, empieza a celebrar que usted se beneficiará ampliamente.

Y es que la inmigración desproporcionada a que está sometida la República Dominicana beneficia a un reducido grupo y perjudica a la gran mayoría del pueblo dominicano.

Los dominicanos de escasos recursos han tenido que compartir con la indigencia haitiana los recursos que asigna el gobierno al presupuesto de salud y a los subsidios destinados a personas de escasos recursos.

Los logros obtenidos en la reducción de la pobreza no se reflejan en las estadísticas en la proporción en que han sido reducidos, porque son consumidos por la gran cantidad de indigentes que entran a residir a la RD. Es decir, que aunque se reduce la pobreza, es tan grande la cantidad de pobres que entra de manera ilegal, que no permite que las estadísticas reflejen la dimensión en que ha sido reducida. 

 El déficit habitacional se acrecienta culpa de la presión que ejerce esa descontrolada inmigración Haitiana.

En lo que tiene que ver con el empleo, si analizamos que en su mayoría, el inmigrante haitiano no paga renta (se adaptan a vivir en cualquier condición); no paga luz (se la roban); no consumen GLP (el combustible que mayormente utilizan es el carbón); se alimentan con el tradicional locrio de arenque y en la mayoría de los casos sólo comen una vez al día; no compran herramientas para sus respectivos trabajos (siempre se le deben suplir las herramientas); estas y muchas razones más hacen que la mano de obra dominicana no pueda competir en precio con la mano de obra haitiana. Lo que trae como consecuencia que,  debido a la sobre oferta de mano de obra, se produzca una devaluación en la remuneración del trabajo realizado, afectando esto, directamente a la mano de obra dominicana, lo que la coloca en desigualdad a la hora de competir con la mano de obra haitiana, la que parece sobrevivir con cualquier salario de miseria.

Por consiguiente, de esa devaluación del pago del trabajo realizado, el único que se beneficia es el empresariado dominicano que puede darse el lujo de elegir esa mano de obra barata haitiano. Y envía al dominicano a formar parte de las estadísticas del desempleo.

Actores estelares en la invasión haitiana

El otro lado de la prensa dominicana ha jugado un papel estelar en la defensa de los intereses de los haitianos, llegando a ser considerado como enemigos de la patria. 

Desde sus espacios de opinión inciden para que los haitianos sean vistos como víctimas de la explotación, el racismo y haciendonos ver como creadores de apatridas. Promueven una RD sin fronteras donde cada haitiano que entre a la RD tenga que ser provisto de un documento de identidad; exigencia que no le hacen al gobierno haitiano que como estado no es capaz ni siquiera de suministrarle una identidad a sus nacionales.

Presionan y montan campañas contra todo aquel que le haga oposición a su proyecto unificador. 

 Para justificar la inmigración descontrolada de haitianos, ese grupo ha llegado a asegurar que el dominicano no le gusta hacer trabajos “forzosos” y que en esa situación, la mano de obra haitiana, llega para resolver un problema laboral. 
Teoría que se desmonta con afirmar que el dominicano hace cualquier tipo de trabajo, siempre y cuando su remuneración se corresponda con el trabajo realizado. Situación que no es la del trabajador haitiano, este trabaja para poder subsistir y a la hora de negociar, acepta cualquier remuneración que le permita alimentarse y seguir viviendo.

Desde este espacio seguiremos tratando el problema que nos generan los haitianos, esta es una de muchas entregas. Espero les guste y compartan.

Recuerda que cada haitiano que entra al país “beneficia” a los ricos y te perjudica directamente a ti.

Por: Sue Grullón Batista.


  

domingo, 21 de diciembre de 2014

Diciembre, canastas navideñas y política

Diciembre es el mes más esperado por los dominicanos, mes que nos permite tomar un descanso y facilita la unificación familiar. Lo mejor que tiene este mes es que aumentan nuestros  ingresos y los gastos cotidianos se reducen, es decir: en este mes entregan el doble sueldo y tenemos un respiro en el (Lunch) que asignamos a los hijos para estudiar.

 En este mes inician las navidades y dentro de ella, y casi una al lado de la otra, nos llegan varias fechas importantes, la cena de noche buena (24 de diciembre), la fiesta de año nuevo (31 amanecer 1ero de enero),  el día de los reyes (6 de enero).

Diciembre es un mes el cual asociamos a la mucha comida, los lechones en puya, manzanas, fiestas; la mayoría  visualiza el mes de diciembre como un camino que estará lleno de amigos, celebraciones y felicidad.

Pero, la navidad para los políticos es todo lo opuesto a lo expresado anteriormente. Y es que en una sociedad como la nuestra, con tantas precariedades, con una deuda social acumulada, más las grandes expectativas que se crea el pueblo con relación al político y la navidad; estas y muchas razones más convierten  la navidad en un rompecabezas para la clase política de la República Dominicana.

¡Ay! Que complicada es esta fecha para los políticos…

Todo inicia con el dirigente de la base, este espera que el otro nivel de la cadena de mando partidaria le llegue con la canasta de navidad para él y para sus “seguidores” y ruegan a dios que esta llegue acompañada del sobrecito o el bono.

 Pero la cosa se complica con el dirigente medio, este que espera que el político le traiga lo de él, para así llegarle a las bases, amigos, familiares y la solterona del barrio. Desde luego que esas son las expectativas, la realidad es otra, y es lo que el político “estable” puede regalar no da para satisfacer la demanda que debe cubrir el dirigente, y es que todo el que fue a votar, sin importar que lo necesite o no, en la época de la navidad espera que el político le traiga lo de él, para él y para los suyos.

Entonces, ahí es que la “chiva retuerce el rabo” y es que como nadie maneja los recursos suficientes para cumplir con el clientelismo, empiezan los “amigos, allegados, simpatizantes y dirigentes” a llamar y a exigir que le guarde lo suyo, para no verse obligado a revelar el secreto: (que te quedaste con todo, que  eres un ladrón) y lo dicen y lo hacen. Y no se detienen a investigar qué cantidad le asignaron a su superior, a cuantos le dio, si lo necesitaban más que él. No, el dirigente quiere que le den lo de él, para él y para los “suyos” sin importar que el otro tenga o no tenga nada que entregar.

Lo que usted tal vez desconozca es, que esas mismas presiones a que se ven sometida las bases y las direcciones medias, por lógica común, esas presiones terminan  presionando los niveles superiores de la cadena de mando político partidaria.
En conclusión, y por si usted no lo sabía, la época de navidad se convierte en un rompecabezas para la clase política, muy en especial para la que se encuentran gobernando en ese momento.

 Por: Sue Grullón Batista.


miércoles, 17 de diciembre de 2014

El otro lado de la prensa dominicana


En República Dominicana un sector minoritario de la prensa ha establecido la  agenda de la opinión pública utilizando el único criterio de defender los intereses de los grupos que la financian. Por otro lado trabajan arduamente para dañar la imagen de los funcionarios y allegados al gobierno del ex presidente Leonel Fernández. Aunque resulta curioso, este grupo ha asumido la defensa de los intereses de las grandes potencias y muy en particular el de defender con capa y espada los intereses de los haitianos, sin importar cuánto daño causen a los dominicanos.

Este ha sido el sector más proactivo a la hora de exigir instituciones fuertes, aunque el discurso no se corresponde con la actuación porque trabajan arduamente para evitar el fortalecimiento de las instituciones existentes. Ejemplo de ello es la lucha que llevan a cabo para que el gobierno dominicano desconozca la sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional. Otro ejemplo es el enfrentamiento que tienen contra la constitución, iniciando una campaña feroz a favor del aborto la cual utilizan para que se viole el artículo 37 de la constitución. Por otro lado se han mantenido en una lucha constante contra la Junta Central Electoral, tratando de alterar el desenvolvimiento financiero y para ver si con esto logran mellar el prestigio que ha logrado en los últimos años esa institución.

La  prensa siempre estará sujeta a acertar o fallar al momento de asumir y fijar una posición, los errores en cualquier actividad donde interfiere el hombre pueden ser parte del diario vivir. Lo que no se justifica y llama a sospecha es cuando el error es recurrente y siempre va dirigido a desfavorecer  un sector (x) o como sucede, que este sector, en la mayoría de los casos, sus “errores” afectan a un grupo determinado.   
Para refrescar nuestra memoria, aquí detallo las campañas que ha liderado el otro lado de la prensa dominicana las cuales han sido dirigidas contra decisiones judiciales, instituciones, personalidades; contra el mismo estado dominicano y contra el liderazgo político que no es afín a sus intereses:

Ellos lideraron  la campaña contra el ingeniero Diandino Peña y el Metro de Santo Domingo; contra el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y su presidente, ingeniero Miguel Vargas Maldonado; contra el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y su presidente, Dr. Leonel Fernández Reina; contra la iglesia Católica y el Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez; contra el Tribunal Constitucional y su presidente, Dr. Milton Ray Guevara; contra la Suprema Corte de Justicia y su presidente, Dr. Mariano Germán; contra el Tribunal Superior Electoral y todos sus miembros; contra la Junta Central Electoral y su Presidente, Dr. Roberto Rosario Márquez; contra la sentencia 0168-13, la ley 169-14 y los mecanismos de aplicación; contra el congreso y los congresistas; contra la prensa que los adversa y prácticamente contra el mismo sistema.

 Aunque parezca increíble, el otro lado de la prensa dominicana se ha convertido en defensores del PPH y de la creación del PRM; defienden a quienes acusan a los dominicanos de ser violadores de los “derechos humanos” de los haitianos; defienden el aborto; defienden el matrimonio de personas del mismo sexo; han defendido a los impostores que han actuado como víctima en la CIDH para buscar que la RD sea condenada por ese organismo; disfrutan las condenas y decisiones que se toman contra la RD, muy en especial la última, la de la Corte IDH contra la RD, que nos ordena a:  ”adoptar las medidas necesarias para dejar sin efecto toda norma de cualquier naturaleza, sea ésta constitucional, legal, reglamentaria o administrativa, así como toda práctica, o decisión, o interpretación, que establezca o tenga por efecto que la estancia irregular de los padres extranjeros motive la negación de la nacionalidad dominicana a las personas nacidas en el territorio de República Dominicana”

Indudablemente que el otro lado de la prensa dominicana ha hecho grandes aportes a nuestra nación, pero en los últimos años su trabajo ha estado enfocado en debilitar nuestras instituciones, en destruir un sector del PLD que es liderado por el doctor Leonel Fernández Reina y hacen todo el esfuerzo posible para defender los intereses de los haitianos, aún esto vaya en detrimento de todo el pueblo dominicano.

Nunca en la historia de la República Dominicana un sector la prensa había estado tan al servicio de la desinformación, la confusión y tan abiertamente en contra del interés nacional.