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jueves, 23 de abril de 2015

La reelección, un golpe a la constitución.

Los  miembros del Partido de la Liberación Dominicana (PLD)  podían exhibir con orgullo las dos reformas a la constitución en la que habían participado sus líderes. La primera, la de 1963, impulsada por el profesor Juan Bosch (maestro, guía y fundador del PLD) y la segunda, la obra de uno de sus grandes discípulos,  presidente del PLD y presidente de la república en 3 ocasiones (1996-2000, 2004-2008 y 2008-2012), el doctor Leonel Fernández Reina.

Esas dos reformas le permitían a los peledeistas diferenciarse del espectro político dominicano, la primera nace fruto de una necesidad de romper con lo establecido y la segunda es fruto del consenso con todas las fuerzas vivas del país.  Ambas contaban con la legitimidad  política de cada época.

 Esto sirvió de motivación para que los peledeistas puedan  mostrar con orgullo esas dos grandes experiencias. La satisfacción se puede comprobar al ver como la exhiben ante el mundo como parte de sus grandes logros (utilizando como plataforma el dialogo semanal que pone en marcha la secretaria de la Juventud peledeista)   
Aunque la suerte de la constitución dominicana  ha sido tortuosa, ellos han podido diferenciarse de los demás. Y es que la constitución dominicana ha sido víctima  de constante reformas  (37 es el número exacto). Los líderes dominicanos se han dejado llevar por la ambición de poder, el “clamor popular”, impulsándolo a cometer el error de convertir nuestra carta magna en  (un pedazo de papel).

El 26 de enero de 2010 fue proclamada la constitución de Leonel, la del pueblo dominicano, esta que para muchos es la obra más importante del Partido de la  Liberación Dominicana (promulgada por Leonel Fernández y que contó con la estampa de la firma del Presidente y vicepresidente de la Asamblea Nacional Revisora, dos destacados dirigentes del PLD,  Reinaldo de las Mercedes Pared Pérez y Julio Cesar Valentín) lo que revela, que esa constitución contó con el apoyo irrestricto del partido que representan (PLD).

El 26 de enero se ha convertido en una fecha de doble regocijo para los peledeistas, porque celebramos el natalicio de nuestro padre fundador de la república, Juan Pablo Duarte, y recordamos con orgullo la proclamación de la que a nuestro parecer es la obra más importante del Partido de la Liberación Dominicana.
 Comparto con ustedes dos importantes párrafos del discurso de proclama de la nueva constitución donde el doctor Leonel Fernández reina se dirigía al mundo desde la excelsa Asamblea Nacional: Esa nueva Constitución,  que postula el Estado de Derecho, la eliminación de la arbitrariedad y el abuso de poder, la iniciativa popular en materia legislativa, la garantía al pleno ejercicio de las prerrogativas individuales, la equidad de género y la creación de un Tribunal Constitucional, constituye el punto de partida de lo que debe  ser el objetivo político fundamental de la República Dominicana en el siglo XXI: la consolidación de la democracia, la libertad y el desarrollo.”
Y más adelante agrego: “Hoy ya tenemos esa nueva Constitución. Hela aquí. Es un nuevo texto del cual debemos sentirnos profundamente orgullosos, porque a fin de cuentas es el producto de la inteligencia colectiva del pueblo dominicano.”
Nadie podía imaginar que 5 años después un sector del PLD, encabezado por Danilo Medina, iba a conspirar contra la ley de leyes,  la Carta Magna; contra la obra más importante que hasta ahora ha creado el PLD, nuestra nueva constitución.
Nuestra oposición no es a que Danilo Medina presente un proyecto reeleccionista, al contrario, sabemos que la actual constitución le permite presentar ese proyecto en las elecciones del 2020, pero le imposibilita presentarse con miras a las elecciones del 2016.
Por lo tanto, me pregunto ¿Por qué el Comité Político del PLD impuso la presentación de un proyecto de reforma constitucional, a sabiendas que aunque contemos con el apoyo de todos los legisladores del partido, más los aliados, aun así, el PLD no cuenta con los votos suficientes para aprobar dicha reforma?
¿Por qué proponer un proyecto de reforma que coloque al presidente del partido, doctor Leonel Fernández Reina y a sus seguidores en la encrucijada de: destruir lo que para muchos es su obra más importante (la constitución dominicana) o la confrontación con el sector que encabeza el compañero Danilo Medina, la de ser coherente o incoherente?
¿Por qué apresurarse e imponer, si lo habitual  en el PLD son las decisiones de consenso?
¿Por qué enfrentar al PLD? ¿Por qué usted no habla compañero Danilo Medina? ¿Cuándo vamos a elegir el candidato presidencial? ¿Cuándo vamos a elegir los demás candidatos a puestos electivos?
Son muchas las preguntas que quedan sin contestar. Y cuando eso sucede, todo queda en manos de la imaginación, y cada quien es libre de pensar lo que quiera.
El PLD necesita de un acuerdo que unifique. Pero ese acuerdo no puede estar sustentado en limitar a ningún compañero, y mucho menos a tocar la actual constitución dominicana, proclamada el 26 de enero de 2010.
De forma tal, que, proponer un proyecto reeleccionista, es dar un golpe a la constitución.
Por:

         Sue Grullon Batista.

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