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martes, 15 de septiembre de 2015

República Dominicana le declara la guerra a Haití.

República Dominicana le declara la guerra a Haití.

El 4 de marzo la Asamblea Constituyente de Haití había autorizado al presidente Charles Hérald, a mandar personalmente las fuerzas de tierra y de mar de la República Haitiana, las cuales debían enfrentar los separatistas del lado Este de la isla, República Dominicana. Esa decisión trajo como consecuencia las batallas del 19 de marzo en Azua y la del 30 del mismo mes en Santiago. La primera batalla se convirtió en el primer enfrentamiento y la primera victoria de la República Dominicana contra Haití y nuestras tropas estaban bajo el mando del Gral. Pedro Santana; la segunda batalla estaba bajo el mando del Gral. José María Imbert.

Esos tres acontecimientos, mas el deseo de separación y de nunca más volver a estar bajo dominio extranjero, lo que es igual a ser un país libre e independiente de toda dominación extranjera, motivó a la Junta Central Gubernativa Dominicana a emitir el decreto del 19 de abril de 1844, que le declaraba la guerra al gobierno haitiano.

El decreto que en sus considerando revelan el nivel de atrocidad a que había llegado el gobierno haitiano para con el pueblo dominicano, los abusos que cometieron contra conglomerados civiles e indefensos, lo abusiva de sus decisiones, siempre en detrimento del pueblo Dominicano, mas, ellos y su gobierno habían  respondido con ultrajes y vejaciones a la conducta  franca y generosa de nosotros para con ellos, donde le abrimos la puerta a acomodamientos honrosos, tratándolo con la mayor filantropía, haciendo respetar su persona y sus bienes. El decreto también revela que nosotros no habíamos recibido ninguna notificación, y que nos sorprendía  el hecho de que Haití empezara una guerra que para nosotros era  injusta y escandalosa. 

Quedaba plasmado también que:  “la declaración de guerra al vecino país, estaba justificada en que los derechos de un invadido son iguales a lo de su invasor; y que cuando un pueblo o nación niega a otro lo que le pertenece, no le queda otro recurso al ofendido que apoyar su manifestación con la fuerza; y como de los haitianos no debemos esperar otra justicia que la que obtengamos con las armas en la mano, por la devastación, incendios pillajes y que han ejercido en nuestros campos y poblados por donde han pasado” (1)

En resumen, esas fueron las consideraciones que motivaron a la Junta Central Gubernativa a firmar el decreto que le declaraba la guerra al gobierno haitiano, aunque hemos resumido el contenido de las 5 consideraciones, los cuatro artículos que completaban el decreto los compartiremos con ustedes, y la coletilla final del último considerando:

“…Por todos estos motivos hemos decretado lo siguiente:
Art.1ro. Declaramos solemnemente y en toda forma, guerra abierta por mar y por tierra a la nación haitiana, como dañina y enemiga.

Autorizamos a todos nuestros conciudadanos y a los que se unan a nosotros para hostilizarlos, y como injustos agresores ellos serán responsables ante Dios de los males y horrores que trae consigo la guerra. La sangre humana vertida, la disolución de las familias, la rapiña, la violencia, la destrucción, los incendios, todo será obra suya y en consecuencia de su criminal conducta.

Art. 2do. No habrá paz, ni transacción alguna de nuestra parte, mientras el enemigo ocupe nuestro territorio, demarcado bajo sus antiguos límites, y mientras no reconozca nuestros derechos, la separación que hemos proclamado y que la República Dominicana es un estado libre y soberano.

Art. 3ro. La guerra será tal como se nos haga, regular e irregular, resuelto todos a perecer primero que volver a soportar el pesado yugo de un gobierno cruel, y no omitiremos todas las represalias que exijan las circunstancias.

Art. 4to. Los Españoles Dominicanos que permanezcan  con los haitianos, adheridos a su causa y que sean cogidos con las armas en las manos, serán tratados lo mismo que si fuesen haitianos y enemigos.

El presente decreto será impreso, publicado y ejecutado en todo el territorio de la República Dominicana.
Santo Domingo 19 de abril de 1844 y 1ro de la patria.- El presidente de la Junta.- Bobadilla.- El Vice-Presidente, - Manuel Jiménez.- caminero-Echavarría- C. Moreno-Delorve-Valverde-J. P. Duarte.- El Secretario de la Junta.- S. Pujol.”. (2)

Cuando leemos detenidamente los considerando y los artículos del referido decreto, nos damos cuenta que aun en nuestra época las quejas de nosotros para con ellos, siguen siendo casi las mismas y esto lo que revela es, que el pueblo haitiano nunca podrá convivir en armonía con los dominicanos, y es que los considerandos del 19 de abril de 1844 pudieran ser los mismos reclamos de ahora, por lo cual la República Dominicana y Haití no pueden llevar una relación armoniosa.

Haití es Haití, un pueblo que ha abusado de la confianza y de nuestro territorio, ha sido opresor y nunca oprimido, ha sido ayudado y no lo ha reconocido, y nosotros, la República Dominicana, nunca ha violado su territorio, siempre lo hemos respetados, cuidado y socorrido, pero lamentablemente, ellos nunca han querido reconocerlo, al contrario, siempre han tratado hacernos daño.

No podemos dejar pasar por alto que, en la República Dominicana siempre ha habido un bando traidor, enemigo del país y de los dominicanos, ese bando traidor ha llegado a estar al frente del Estado Dominicano, han hecho atrocidades contra el país, pero al final, la historia los ha colocado en su justo lugar; y nosotros siempre hemos podido levantarnos.

¡Que viva la República Dominicana! ¡Que viva Juan Pablo Duarte, su obra, su pensamiento, su conducta de hombre de bien y de moralidad intachable! ¡Que vivan Sánchez y Mella! ¡y que viva Gregorio Luperón! ¡Que vivan los nuevos restauradores, porque los necesitaremos…!

Fragmento 1 y 2 del libro DUARTE COMO ES de la autoría de  Robert Enmanuel Espinal Luna Op. Cit. Págs.63- 64. Y que este a su vez, fue tomado por el autor del libro “Duarte Como Es”  de la colección de leyes y decretos… Op. Cit. Págs. 19-20-21. 

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