Cuando digo que solo la soberanía popular salva a República
Dominicana lo digo por esto: el 30 de julio de 2015, igual que en los
últimos años, el tema que acapara la opinión pública nacional tiene que ver con
el problema que genera la desproporcionada inmigración ilegal de haitianos
hacia la República Dominicana.
Ayer, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, presentó el informe que elaboró la misión técnica de observación que visitó a la República Dominicana y a Haití, a solicitud del gobierno dominicano, con el objetivo que revisen las “repatriaciones de haitianos”, a raíz de una serie de denuncias y acusaciones que hizo el gobierno haitiano contra la RD. A eso se agrega, el abrupto retiro del embajador haitiano en la República Dominicana, Daniel Supplice, este fue retirado porque el gobierno haitiano entendió que él ya no respondía a los intereses de su país, Haití…
El informe que presentó la OEA, pareció ser parte de una
negociación, donde la OEA se comprometió a presentar un informe Light –y así lo
hizo-, a cambio de que el gobierno dominicano extendiera las repatriaciones de
ilegales haitianos, además debe nacionalizar a todos los nacidos en la
República Dominicana sin importar el estatus migratorio de sus padres, sin
importar que viole la Constitución, las leyes y la separación de poderes, y por
último, desconocer la sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional en franca
violación a la separación de poderes.
En una actitud "patriótica" el gobierno dominicano
respondió al informe de la OEA, y lo hizo a través del Canciller
dominicano, quien rechazó el informe y explicó que los
dominicanos “no necesitamos mediadores”. La actitud fue fuerte, pero
los hechos no, y es que el gobierno dice una cosa y hace otra.
Indudablemente que el problema haitiano nos agobia, nos quita
tiempo para enfrentar otros problemas, nos hace lucir mal ante la Comunidad
Internacional, nos hace ver como los malos aún siendo nosotros los buenos; y,
lamentablemente, luego de analizar el equipo que rodea al presidente Danilo
Medina, luego de analizar las decisiones que han tomado, estamos convencido que
el gobierno dominicano en vez de andar buscando una solución definitiva
al problema haitiano, lamentablemente, tenemos la legítima sospecha que seguirá
empeorando el ambiente de haitianización que se vive en RD.
Hoy es martes 3 de agosto de 2015 y hace apenas unos minutos, en
las primeras horas de la mañana, en la comunidad del Dique, Pedernales, el
destacamento de policías del Dique fue asaltado por una turba de haitianos
donde sustrajeron las armas largas – los calibres de guerra-
El suceso se veía venir, era pronosticable, pero no podemos
dejarlo pasar por alto, esto nos obliga a meditar que, el asalto al
destacamento del Dique, es un franco mensaje de desafío a la autoridad
dominicana, al gobierno, a Danilo Medina. Y pone de manifiesto, que no importa
que tanto hagamos por ellos, al final, nos tratarán como sus enemigos.
Amigos lectores, indudablemente, el gobierno dominicano no ha
enfrentado correctamente el problema haitiano, el entorno y las acciones que ha
tomado lo confirman, sus palabras van en dirección contraria a los hechos, esto
nos obliga a estar atentos, exigir el regreso a la soberanía nacional mediante
la soberanía popular. Y esto es posible lograrlo, cuando el pueblo se
unifica, dejando la política de lado y toma como prioridad, la defensa de su
país.
La presión ciudadana debe apuntar en varias direcciones:
Las grandes movilizaciones:
El gobierno debe sentir que el pueblo dominicano está indispuesto a dejar que se destruya la obra de Juan Pablo Duarte, Ramón Matías Mella, Francisco del Rosario Sánchez y Gregorio Luperon. Esto es posible si se programan una serie de manifestaciones de repudio a la mal llevada política migratoria del gobierno nacional. Estas movilizaciones deben incluir una gran movilización frente al Palacio Nacional, enviando un claro mensaje al gobierno, de que el pueblo dominicano no va a permitir que se destruya nuestra soberanía y nuestra nacionalidad y nuestra identidad dominicana (Esas manifestaciones deben ser pacíficas y organizadas).
Pequeñas movilizaciones:
A) Es necesaria la movilización de pequeños grupos, posiblemente
cientos de ciudadanos, para que protesten frente a los hogares y canales de los
dueños de los medios que se confirme que están parcializados a favor de los
haitianos en franco detrimento del interés nacional.
B) Los periodistas que abiertamente utilizan sus espacios como comandos
de propaganda haitiana, para tergiversar los hechos, a favor de los haitianos,
deben ser identificados, saber donde viven, a qué hora llegan, y no excluirlos
de una manifestación pacífica por lo menos una vez a la semana.. (Esas
manifestaciones deben ser pacíficas y organizadas)
En resumen, el país debe movilizarse, debe exhibir su disgusto,
debe mostrarse en desacuerdo con la política migratoria que lleva Danilo
Medina, debe agarrarse de la soberanía popular para salvar a la República
Dominicana.
Por: Sue Grullón Batista
Síguenos en Tuiter e Instagram en: @GrullonSue
Síguenos en Faceboock y en Google Plus en: Sue Grullón
Batista